La Psicología De Las Estafas : ¡La Respuesta De La Víctima Al Miedo, Es Ira!
Después de una estafa, muchas víctimas entran en pánico y experimentan miedo e ira
Las víctimas experimentan un trauma real después de que se descubre la estafa y luego se instala el miedo
El pánico puede provenir de varias direcciones:
- Miedo creado por la comprensión de que todo fue mentira
- Miedo causado por la conciencia del riesgo de exposición, debido a la información compartida con el estafador.
- Miedo provocado por la cantidad de dinero y el impacto económico que ahora tendrán en su vida
- Miedo a ser descubierto por familiares, amigos o el mundo exterior.
- Miedo a las amenazas del estafador.
- Miedo por la pérdida total de control en su vida.
Todos estos son miedos reales que experimentan la mayoría de las víctimas.
Pero con el miedo viene la ira y la rabia
La ira es la emoción natural creada en una situación de lucha o huida por la mente en una situación amenazante, como el descubrimiento de ser estafado.
Cuando la víctima de una estafa detecta la amenaza o el peligro que sigue al descubrimiento de la estafa, la mente genera miedo e ira.
El miedo es parte de una respuesta de huida. La ira es la energía emocional que genera una víctima para luchar contra esa amenaza percibida.
Confundir para una víctima
La mente crea miedo e ira incluso cuando la amenaza es simplemente imaginada
Las emociones como la ira son naturales y reales. Incluso si se imagina la amenaza, la ira que se crea es tan real y poderosa.
Sin embargo, las razones por las que una víctima genera ira no siempre son reales.
Si la víctima no es consciente de cómo su mente está lidiando con estos escenarios imaginarios de daño, amenaza o peligro, entonces su ira parecerá irracional.
Ira real versus ira imaginada
A veces puede resultar difícil distinguir una amenaza real de una amenaza imaginada porque pueden ocurrir al mismo tiempo.
Por ejemplo, alguien lo está cortando en la autopista y un automóvil maniobra brevemente de una manera que podría causar un accidente y posiblemente lesionar su cuerpo. Hay una reacción natural de lucha o huida a tus emociones y creas una combinación de miedo e ira. La realidad de este daño suele pasar muy rápido y también sus emociones, aunque no siempre depende de la persona. Algunas personas experimentan una especie de conmoción después.
Sin embargo, la imaginación puede hacerse cargo y crear peores escenarios de cualquiera que haya sido el trauma de la experiencia. La mente comienza a considerar todo tipo de escenarios del peor de los casos que ascienden en espiral y crean un estrés cada vez mayor.
La mente puede recordar eventos similares del pasado de la persona (impulsados por la amígdala), proyectarlos en la mente de manera incontrolable y agregar más estrés emocional en el proceso. Después de que pasa la verdadera amenaza física (la estafa y las consecuencias), la mente todavía proyecta escenarios en la imaginación. Las emociones luego responden a esos escenarios imaginados con sentimientos de miedo y la ira resultante.
Incluso más tarde, la mente reproducirá el evento una y otra vez, y las emociones de la persona responderán a la visión imaginada.
Las emociones creadas a partir de los escenarios imaginados ya no se basan en nada real, sino que debido a la respuesta natural de las emociones a lo que se imagina, la mente puede amplificar el miedo y la ira en la medida en que se salen de control. Sin embargo, el miedo y la ira son las consecuencias naturales de escenarios imaginados.
El problema es que los escenarios imaginados en la mente están fuera de control, en una especie de espiral creciente, y ya no se basan en la realidad.
Luego, agregue desencadenantes externos, como un comentario o una acción de otro, y esto puede llevar a una ira total que luego se dirige contra una persona inocente porque se convirtió en una amenaza percibida.
Conciencia de estas emociones
Las víctimas generalmente no son conscientes de cómo su imaginación proyecta estos escenarios y culparán innecesariamente a otras personas por sus emociones. Comprender cómo la mente crea imágenes y escenarios de resultados imaginados es fundamental para comprender la ira y otras emociones.
El momento inicial de miedo e ira fue el resultado de un escenario muy real que podría haberle causado daño, es decir, la estafa. Sin embargo, la mayoría de las veces la ira y el miedo que generan las personas provienen de sus creencias e imaginación descontroladas.
Percepciones irracionales
Este miedo y este enojo también generan expectativas irracionales en los demás. Las víctimas exigen con frecuencia una actuación poco realista de las fuerzas del orden y de quienes intentan ayudarlas. Estas percepciones son impulsadas por las propias emociones de la víctima y no se basan en la forma en que realmente funciona el mundo o incluso en las capacidades de quienes reciben sus arrebatos.
Un ejemplo perfecto de esto es la ira hacia la policía local porque no dejarán todo y suben a un avión para ir a Nigeria y arrestar a un estafador. La ira impulsada por el miedo ciega a la víctima a las limitaciones del mundo real y luego causa más ira por la incapacidad del proveedor de hacer lo que la víctima demanda.
Esa ira alimentada por expectativas irracionales está dirigida a cualquiera que no haga lo que la víctima exige y espera. Esto no solo aliena y aísla a la víctima, sino que aleja a cualquiera que esté en condiciones de ayudar, tanto con la estafa en sí como con la recuperación emocional de la propia víctima.
La ira es racional, a veces
La ira es la respuesta emocional natural diseñada para protegernos del peligro.
Es parte del sistema instintivo de protección y preservación de todos.
Ejemplos de esto se encuentran en todas partes de la naturaleza, como cuando un animal gruñe y muestra los dientes en respuesta a una amenaza a su territorio. Una madre osa cambiará a una ira feroz si alguien se acerca a sus cachorros.
La ira es una fuerza de energía que las personas también proyectan para rechazar o combatir una amenaza. Sin embargo, la ira deja de ser una forma de proteger la vida y se convierte en un medio para destruir la vida y las relaciones cuando la amenaza no es real.
Las emociones de cada persona suelen responder de la misma manera, ya sea que una amenaza sea real o imaginaria.
La ira en sí misma es una emoción completamente racional cuando hay conciencia de los escenarios de amenaza en la mente. No hay nada mecánicamente malo en la ira de escenarios y creencias imaginados, porque la mente es capaz de extrapolar amenazas a partir de información mínima. El sistema de respuesta emocional de la mente funciona correctamente en estos casos.
El problema está en los pensamientos, creencias y escenarios imaginados en sí mismos, cuando no hay una base real para ellos y eso genera una respuesta de ira irracional. Los escenarios que proyecta la mente en estos casos no son en absoluto racionales.
Reacciones y consecuencias
Los problemas se crean cuando la persona no tiene la conciencia o la fuerza de voluntad necesarias para abstenerse de estallidos de ira.
Estas reacciones y consecuencias a menudo nos distraen de la causa raíz del problema. Es fácil asumir que la ira es el problema porque es lo que se nota. Son los arrebatos de ira los que se ven y los que causan la destrucción.
Las suposiciones e interpretaciones en la mente son menos notables en medio de este drama emocional. Sin embargo, las emociones de ira son solo una respuesta natural a lo que imagina la mente. Si una persona percibe y cree lo que la mente imagina, creará emociones como una respuesta o consecuencia natural.
Una persona puede querer detener su enojo, pero el enojo es solo una reacción a otra cosa. La ira es la reacción emocional natural a lo que hacen la mente y la imaginación. Si la persona no es consciente de este proceso, simplemente dejará que la ira se desate sobre cualquiera que se interponga en su camino.
Cambiar la percepción de la amenaza
La forma de superar la ira es tratar de comprender la causa raíz y alterar la percepción de amenaza.
Es vital cambiar la forma en que la mente imagina la situación y comprender la realidad de la situación. Cuando la mente imagina escenarios dolorosos, naturalmente produce miedo y eso puede conducir a la ira.
Para reducir y eliminar la ira es necesario cambiar la percepción que la mente ha imaginado. Aquí es donde el proceso de recuperación es importante y puede desempeñar un papel importante en el cambio de percepciones y expectativas, pero la persona o víctima de la estafa debe estar dispuesta a aceptar el proceso o fracasará.
Reacciones al dolor emocional
La mente puede generar ira y miedo incluso cuando no existe una amenaza física de dolor o peligro. Los mecanismos de respuesta emocional pueden generar ira con la misma facilidad al imaginar un escenario que implica la amenaza de dolor emocional o al recordarlo también.
Cuando la mente está fuera de control al imaginar o recordar escenarios de dolor emocional, la ira puede descontrolarse fácilmente.
Para que ocurra la ira (rabia, odio, etc.), el dolor emocional ni siquiera tiene que ocurrir. Si la víctima simplemente recuerda que eso es suficiente, o imagina que habrá daño en el futuro (como un dolor financiero), la persona puede enojarse antes de que algo realmente haya sucedido.
Culpa fuera de lugar
En un escenario de estafa romántica, existen numerosas oportunidades de culpar a una persona después de la estafa.
La víctima siente vergüenza o miedo por la pérdida financiera, o puede haber amenazas del estafador o simplemente miedo infundado de compartir tanto sobre sí misma con un extraño fraudulento. Estas son percepciones irracionales de peligro. Todos desencadenan la culpa.
En ese momento, debido a que la víctima se encuentra bajo estos factores estresantes del miedo y la ira, cualquier acción externa que sea contraria a lo que la víctima percibe o cree que debería suceder resultará en una culpa inmediata, ya sea en la auto-culpa o en contra de otros como un medio para evitar su propia participación .
Es muy típico que las víctimas de estafas románticas culpen a una gran variedad de personas que siguen la estafa:
- Ellos mismos por ser “estúpidos” para caer en la trampa
- El proveedor de tecnología que permitió que sucediera
- La institución financiera que hizo exactamente lo que la víctima les pidió que hicieran
- Su familia o amigos por no salvarlos o detenerlo
- Proveedores de asistencia que no están haciendo lo que exige la víctima
- La policía por no investigar y arrestar a alguien
Por supuesto, nadie hace nada ni entiende nada. Esto es algo que los proveedores de asistencia y apoyo a las víctimas escuchan mil veces al día. Esta es la culpa fuera de lugar hablando.
Estos juicios son en realidad una forma de evitar el juicio propio que ataca la autoimagen de la víctima. Estas autocríticas resultan en un dolor emocional hiriente. Una de las posibles reacciones a este tipo de dolor emocional es crear ira para alejar la causa.
Por lo general, la víctima no es consciente de cómo su mente crea el juicio propio y el daño emocional y simplemente culpará a los demás. Es común que los sentimientos heridos se traduzcan en percepciones de falta de respeto o insultos por parte de los demás que desencadenan mayores niveles de ira. La mente establece una relación simple entre la acción de cualquier persona como causa y el dolor como efecto.
Sin conciencia, la víctima pasa por alto o simplemente no ve el autojuicio emocionalmente dañino que su mente ha creado y solo nota el comportamiento desencadenante de los demás. Dirigiendo así la ira hacia cualquiera para castigarlo por su comportamiento, ya sea real o imaginario.
Esto no solo daña las relaciones necesarias que la víctima necesita para sobrevivir a la experiencia y recuperarse, sino que no aborda la causa real del dolor, que es el trauma subyacente experimentado por la estafa.
Ira en un vacío
Sin conciencia de sí mismo, es probable que la víctima de la estafa malinterprete la causa de su dolor.
Las víctimas asumen que el comportamiento o el posible comportamiento de otra persona las lastima y las amenaza emocionalmente. El resultado es ira, rabia e incluso odio.
Cuando una víctima se enoja con otras víctimas, la policía o el profesional de apoyo en función de las interacciones según la situación y las suposiciones de la víctima, la ira puede explotar fácilmente. La víctima es incapaz de concluir adecuadamente que su mente está generando escenarios amenazantes y reacciona de manera irracional. Esta dinámica de reacciones irracionales puede destruir por completo sus relaciones críticas y detener su recuperación emocional o dar como resultado posibles problemas de salud mental que pueden requerir asesoramiento o terapia profesional para corregirlos.
La autoconciencia racional es clave
Cada víctima sentirá miedo y vendrá la ira. Después de todo, este es un proceso de duelo.
Sin embargo, el punto importante es tener suficiente autoconciencia para ver que la causa del dolor radica en el trauma internalizado de la estafa y en su propia imaginación o creencias sobre ellos mismos y su situación. A medida que la conciencia gana fuerza, cada víctima puede abordar sus creencias fundamentales detrás de su dolor y cambiar para superar la causa real del miedo y la ira resultante.
Son los realistas los que se recuperan con éxito del trauma de una estafa. Aquellos que permanecen atrapados en la negación causada por su miedo, o aquellos que explotan de ira no pueden hacer las conexiones tan necesarias para recuperarse, y mucho menos poseen la autoconciencia necesaria para superar su dolor interno.
Ira contra los estafadores
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¿Cómo reportar a los estafadores?
Es esencial que las autoridades policiales conozcan las estafas y los estafadores, aunque no hay nada (en la mayoría de los casos) que puedan hacer.
- Policía local: pídales que lleven un informe policial “informativo”; diga que lo necesita para su seguro
- Su Policía Nacional o FBI www.IC3.gov
- La Red de Ddatos Cibernéticos SCARS|CDN™ – Red Mundial de Reportes en www.Anyscam.com
Esto ayuda a su gobierno a comprender el problema y permite que las autoridades policiales agreguen a los estafadores en las listas de vigilancia de todo el mundo.
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